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El miedo al cambio radical

Damos la bienvenida a Carolina como colaboradora de QMode publicando este artículo sobre el miedo al cambio radical.

Nos encanta la manera en que escribe y esperamos lo disfruten tanto como nosotras.


Antes de empezar a matar a mis neuronas, quisiera dejar claro algunas cosas para este primer artículo en QMode. Mis pelos de la lengua se cayeron hacen tiempo, y no diré nada para llenar vuestros oídos de purpurina, sino todo lo contrario, os llenaré de verdades, que pueden gustar más o menos, pero verdades.

Eso sí, siempre desde mi punto de vista, desde mis propias experiencias y de mis propios problemas existenciales. Creo que puedo ayudar a alguien, ya que todas alguna vez hemos pasado por o estamos a punto de pasar por algo parecido.

¿Alguna vez os habéis planteado un cambio radical de vida? Un cambio que al final nunca llegó… Porque en el fondo sabéis que no lo haréis, y no porque no queráis, no, sino porque simplemente no tenéis el suficiente valor para hacerlo.

Estamos constantemente escuchando que el valor de la mujer es el poder y que ahora es nuestro momento, puede ser que pienses que todo sea más fácil si tu situación económica es de muchos ceros -como las famosas- o que tu pareja, marido, amante, amigos, familia, vecina, o el tío del ascensor te tiene que dar el visto bueno para tal “cambio radical”.

Nosotras, las mujeres, queremos comernos el mundo, ser las guerreras de nuestros propios cuentos, la reina de las galaxias… pero nadie nos ha enseñado como hacerlo. Si nos han enseñado a callar, a no levantar la voz, a tener modales, a tener la casa limpia, hacer buena comida, cuidar de niños, y todo aquello que es el “cometido de la mujer”. Pero cómo es posible, que, si seamos capaces de tener un móvil de última generación y hacerlo funcionar a la perfección, pero no seamos capaces de ser dueñas de nuestras propias vidas. ¡Increíble!

Podría ponerme a filosofar como una loca, y escribir palabras indescifrables, que para entenderlas tendríais que buscarlas en los antiguos libros de los grandes filósofos de la historia, pero después de todos estos años de vida loca y de tener una mente perturbada, y sobre todo de no querer ver la realidad, la respuesta es tan simple como el famoso miedo.

Si, el miedo, aquel enemigo invisible que nunca lo verás, pero que siempre estará al acecho para frenar todos tus propósitos, frenar todas tus ganas de cambio, frenar tu ser. Es una verdadera mierda vivir así, porque de repente dejas de ser tú, para ser una versión mediocre de ti misma. Quieres ser aceptada, amada y respetada, pero te da miedo ser tu misma, miedo a que dirán, miedo a vivir tu propia vida o a vivir un cambio radical.

¿Estamos locas? No, no lo estamos, y no tenemos problemas mentales, ni siquiera somos complicadas, lo que realmente nos pasa es que somos personas humanas con un cerebro lleno de neuronas que se pasa el día de fiesta y resaca, que tratan de encontrar su lugar en el mundo y que como dice Punset, las neuronas son plásticas, es decir, se pasan los días haciendo estrategias para poder adaptarse a los miles de cambios que sufrimos constantemente en nuestras vidas.

No será fácil el camino una vez que decidas enfrentarte a tus propios miedos, la duda te invadirá una y otra vez, la verdad de tu realidad será tan dura, que no sabrás que hacer, y volverás al inicio tantas veces que perderás la cuenta de las horas y de los días, y, hasta puede que roces la locura. Pero no dejes el camino, no lo dejes por nada del mundo, una vez que hayas decidido ser la escritora de tu propia historia, sigue, lucha, suda y llora, pero no te desanimes, porque el esfuerzo siempre tiene su recompensa, puede tardar más o menos, eso dependerá de ti y de tu propio valor para ver tus propios fantasmas.

Puedo asegurarte una cosa, un día te levantarás por la mañana, harás lo que haces cada día, y de repente te sentirás completa con la vida que has decidido tener, pisarás con más fuerza cada paso que des y sabrás el verdadero significado de tener seguridad sin la necesidad de depender de nadie, sólo de ti misma, porque ser un humano y tener una máquina perfecta como nuestros cuerpos y mentes, nos hace ser unos seres de los más imperfectos.

Escrito por aloha girl para QMode.