Cuando hablamos de salud y bienestar, «meditar» es algo que siempre escuchamos. Esta práctica milenaria parece cada día ganar más adeptos, y estar en el top of mind de aquellos que buscan relajar no sólo su cuerpo sino su mente. Personalmente no lo tenía claro, de alguna manera pensaba que mi tiempo de savasana al culminar mi práctica de yoga ya era como meditar y que con eso bastaba.
Pero lo cierto es que todos tenemos altos y bajos, y días buenos y malos. Personalmente siempre busco formas de enfrentar la vida de manera positiva, pero muchas veces las emociones nos juegan una mala pasada y no siempre es fácil. Por eso cuando escuché el podcast de Rich Roll con Light Watkins sentí que meditar sería la solución. Light es un jóven gurú de meditación que ha decicido escribir BLISS MORE, un libro para compartir sus secretos de meditación para que TODOS podamos beneficiarnos de ellos.
El Método de Bliss More
Quizás lo que más me gustó es que su acercamiento es sencillo y fácil. Su método lo llama E.A.S.Y (fácil en inglés) y es un acrónimo para recordarnos que no hay pensamiento buenos o malos durante una meditación. Solo debemos respetarlos, aceptarlos, rendirnos y dar paso a lo que tengamos que pensar (así sea qué voy a comer hoy o tengo que llamar a mi mamá).
Además lo más importante es estar en una postura cómoda, principalmente con apoyo lumbar, ya que aunque sea muy «instagramable» la típica postura de meditación; estar sin respaldo puede hacer que terminemos con dolor de espalda. Él recomienda dos meditaciones diarias entre 10 a 20 min máximo. Pero aquí creo que debemos ir progresivamente, es difícil adoptar nuevos hábitos y lo más aconsejable es empezar por poco e ir aumentando gradualmente.
¿Cómo lograrlo?
Hay muchas apps que nos ayudan a lograr este propósito diario, así como muchos tipos de meditación. Yo utilizo una app desarrollada por el mismo autor que se llama BLISS MORE que va ideal ya que puedes poner un temporizador e incluso los primeros minutos escuchar un mantra que puedes repetir durante la meditación.
Ya llevo cerca de un año realizando mi práctica diaria, y sí puedo decir que he visto cambios: en mi actitud, nivel de stress y enfermarme menos entre muchos otros. Pero sí creo que debemos ser consciente que es como alimentar nuestro cerebro. Sabemos que comer sano nos hace bien y mejora nuestra salud, pero mientras comemos no sentimos inmediatamente los beneficios y creo que muchos abandonamos la práctica porque no tenemos ninguna experiencia trascendental durante la meditación, pero como cualquier dieta es más un tema de constancia para poder apreciar los cambios. A veces tenemos sólo que creer para que las cosas funcionen y en este caso, creer en nosotros mismos.
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