El feminismo es un arma de autoconocimiento.
Hoy en día hay tanta información en las redes sociales, blogs, webs y en definitiva en cualquier portal de internet, que muchas veces nos desviamos de lo que realmente se está buscando transmitir con todo este movimiento feminista.
Muchas personas confunden el movimiento con un tipo de vestimenta, estilo o personalidad. Otros lo ven como un acto de rebeldía, como un juego de adolescentes que no tienen otra cosa que hacer, o como una manera de sumar likes a nuestras cuentas de Instagram.
La verdad es que a veces hasta las mismas personas que están implicadas en el movimiento no saben qué es lo que se está buscando. Y yo particularmente pienso que debemos utilizarlo como un llamado a la acción para conocernos verdaderamente como mujeres.
He escuchado a muchas personas decir: “Pero si tú eres feminista porque te afeitas” Creo que es importante resaltar que no se trata específicamente de cómo lucimos o no las mujeres. Tenemos que saber que el cambio que se está buscando va mucho más allá de la aceptación de la apariencia física de las mujeres.
En mi opinión, la meta principal es cambiar un paradigma que lleva demasiados años insertado en la mente de nuestra sociedad. Y ese verdadero cambio va a llegar cuando los padres del futuro logren abrir su mente para poder dar a luz a una nueva generación mucho más consciente y despierta.
El autoconocimiento es vital para vivir una vida plena con tu entorno y contigo misma.
El feminismo, desde mi punto de vista, debería ser una invitación a las mujeres a reconectarse con su femineidad. Sí, esa que tanto hemos ocultado y satanizado por millones de años. Esa que hemos dejado de lado para convertirnos en algo que no queremos ser.
Y esa reconexión implica indudablemente aceptar nuestra vulnerabilidad, nuestro lado suave, compasivo, amable, empático. La idea no es mostrarnos como las súper poderosas, que podemos con todo y más, porque estaríamos masculinizando nuestra imagen.
Entender que no queremos ser como los hombres, queremos experimentar nuestra femineidad sin tantos patrones, normas, reglas y prejuicios; desde una espacio de reconciliación con nuestra propio género
Siento que ya estamos en un punto en donde tenemos que enfocarnos en los verdaderos objetivos del feminismo. En el mensaje que realmente queremos dar y en el cambio que finalmente esperamos ver manifestado. Sé que muchas veces es difícil, porque son muchas cosas las que se quieren lograr y la gente no termina de entenderlas.
De entender que no significa que tengas que dejar de afeitarte para ser feminista, ni hacer topples para ser más mujer. Lo que se busca es poder tener la opción de hacer lo que me guste con mi cuerpo, pero desde un espacio de conciencia y de aceptación personal.
Aunque suene a frase cliché de libro de autoayuda: solo desde el amor propio vamos poder expresar toda nuestra feminidad.
La verdad yo no soy una experta en el tema del feminismo, pero desde mi propia experiencia y lo que he observado, les puedo decir que la primera lucha que tenemos que librar en con nosotras mismas ¿Cómo vamos a pedir que se nos respeten nuestros derechos cuando ni siquiera nosotras mismas nos respetamos? La revolución finalmente va a ser de adentro hacia afuera, porque no hay otra manera de lograr las cosas. Es momento de sacarnos todas esas programaciones antiguas de raíz para poder manifestar la realidad que queremos.
Escrito por Jhuatxel Cabrera Romano