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La cirugía estética me cambió la vida

Te cuento mi historia y algunos consejos si quieres hacerte una cirugía

Cuando tenía 9 años sabía dos cosas: la primera era que quería ser escritora y la segunda, quería con todas mis fuerzas tener una nariz bonita a través de una cirugía estética. 


Este artículo va acompañado de una ilustración de @vieeitez ¡Síguela!


Hoy, a mis 24 años, puedo decirle a mi versión niña que soy exactamente lo que pensaba que sería.

Mi mayor deseo desde que era muy pequeña era tener una nariz con una punta más delicada y unos orificios que no fuesen tan grandes. Los comentarios de mi familia y la presión de ser tan bonita como el resto, empezaron a calar en mí desde que era básicamente una bebé. A los 9 años era normal querer un Nintendo DS pero yo quería tener una cirugía plástica. 

No fue hasta que cumplí 18 años cuando empecé a tomarme en serio este plan  y sumé a mi mamá al tren de mi deseada nariz preciosa.

Antes de esta conversación, ella sabía perfectamente que era algo que me daba mucha curiosidad, pero en este momento que todo empezó a tomar forma.

Desde que nací, he tenido problemas en los oídos, nariz y garganta porque mi oido medio no se formó mientras estaba en la barriga de mamá. Así que visité a mi médico tratante desde que tenía 9 meses de edad y le planteé mi deseo.

Tuve que demostrarle que en efecto mi nariz funcionaba lo bastante mal como para entrar a quirófano… y un mes después, estaba en una batita, con muchísimo frío, esperando que el momento más esperado de mi vida empezara.

La anestesia ardió un poco pero en pocos segundos ya estaba totalmente dormida. Cuando me desperté y sentí mi cara, no podía creerlo. Aunque no pudiese ver ni sentir nada, parecía que nunca más me vería de la misma manera.

Necesito decirte que realmente no era grave como me veía, pero era una inseguridad con la que batallaba y sobretodo, me hacía ser una persona introvertida, incómoda ante las situaciones sociales y a tener que hablar con cualquier persona que no fuera de mi bolita de amigos.

Cuando develaron la nueva pieza central de mi cara luego de una semana de estar cubierta, se sintió rarísimo y sobretodo, no era lo que esperaba. Se veía llena de sangre, inflamadísima y el pronóstico era al menos dos años hasta ver el producto final. Mis cirujanos prometieron que el trabajo había quedado muy natural y que mi cara no había cambiado tanto, sino solo había mejorado.

El proceso del siguiente mes fue pésimo. Nunca enfrenté dolor, pero sí incomodidad de tener todo el tiempo mi rostro cubierto con adhesivo. Sudaba en exceso, tenía que usar sombrero siempre para que la piel pudiese adherirse bien al hueso y que no se manchara. Admito que más que haber sido un proceso emocionante, fue más bien desesperante e incómodo.

¿Qué considerar para hacerse una cirugía estética?

Creo que muchas veces leemos que Kendall Jenner o Bella Hadid se han hecho cirugías para sentirse mejor con ellas mismas… Pero, ¿cuál es el precio real de someterse al bisturí? Aquí hay 5 consejos desde mi experiencia con la cirugía estética

  1. Es importante elegir un cirujano plástico que sea reconocido por su trabajo ya que será el encargado de cambiar algo de nuestro cuerpo definitivamente.
  2. Yo sí recomiendo las intervenciones de este tipo pero solo si tu médico de cabecera avala el cambio.
  3. Pregúntale a tu médico cuál es la mejor forma para lograr el resultado que deseas. En mi caso, me encanta el resultado natural y era justamente lo que yo quería.
  4. Piensa realmente si quieres cambiar para toda tu vida cómo te verás.
  5. Esto es real: eres hermosa tal y como eres. Considera esto en todo momento si crees que solo un cambio definitivo te hará sentir mejor con quien eres. Este cambio no solo traerá alteraciones físicas, sino también psicológicas.

 


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