Brownie sin gluten

Brownie sin gluten, la receta definitiva

El brownie es un postre amable como pocos. Viene a ser la antítesis de una pretenciosa Pavlova o una complicada milhojas. No, el brownie no nos exige conocimientos de técnicas ni procesos laboriosos. Hilando muy fino, ni siquiera hay que tener más electrodomésticos que un horno. Se adapta a lo que uno tiene a mano y si eso es una sartén, una cuchara de madera y un molde de cualquier forma, pues que así sea. Lo único que es absolutamente indispensable para un buen brownie es un buen cacao. Y, en el caso de esta receta de brownie sin gluten, pues eso, harina sin gluten.

¿Qué es la harina sin gluten?

Dice la RAE que la harina es el polvo que resulta de la molienda de una materia sólida. La harina sin gluten, pues, es aquella hecha a partir de alimentos que no contienen gluten. Las hay de trigo sarraceno, mijo, quinoa, amaranto…La de almendras es una de las más usadas en preparaciones horneadas aptas para quienes sufren la enfermedad celíaca u otra intolerancia a las proteínas gluteninas. 

Para este receta, sin embargo, usamos específicamente una preparación que combina harina de arroz, almidones de maíz y de patata, y un agente espesante (por ejemplo, la goma xantana). Muchas marcas comercializan estas preparaciones simplemente como «harina sin gluten», pero también puedes prepararla en casa.

Brownie sin gluten: ingredientes

  • 140 gramos de mantequilla sin sal
  • 240 gramos de chocolate negro (al menos 60% de cacao)
  • 3 huevos
  • 200 gramos de azúcar moreno (la melaza acentúa el sabor intenso del brownie)
  • 75 gramos de preparación de harina sin gluten
  • 30 gramos de cacao en polvo
  • 70 gramos de nueces pecanas tostadas (opcional)

Instrucciones

Brownie sin glutenPrecalienta el horno a 160ºC. Forra un molde cuadrado (23 centímetros es el tamaño ideal para esta cantidad de mezcla) con papel de hornear o aplica la técnica del engrasado y enharinado, que consiste en untar una fina capa de mantequilla por todo el molde y luego cubrirlo con una capa, también muy fina, de harina. ¿La ventaja del papel? Menos tiempo de lavado.

Derrite en una cacerola profunda la mantequilla y el chocolate. Es importante que sea profunda, porque probablemente la mantequilla chisporroteará.

Deja que la mezcla de mantequilla y chocolate se enfríe. Mientras tanto, bate los huevos y el azúcar moreno hasta que logres una mezcla muy espumosa -similar a la espuma espesa de un buen café con leche- y ligeramente clara. Lograr esta textura suele tardar unos 5 minutos en una batidora eléctrica, ya sea de mano o de pie.

Cuando la mezcla de huevos y azúcar esté bien espumosa, agrega la mezcla de mantequilla y chocolate que ya debería estar a temperatura ambiente. Mézclalo todo muy bien. En un recipiente tamiza juntos la harina sin gluten y el cacao en polvo, y añádelos a la mezcla líquida. En este punto es importante no batir mucho, es suficiente con que todos los ingredientes estén incorporados. Si vas a agregar nueces o gotas de chocolate, ambas cosas altamente aconsejables, este es el momento de hacerlo. No las batas con el batidor, sino «envuélvelas» en las mezcla delicadamente con una espátula. Es muy importante no sobre batir en exceso la mezcla, pues hacerlo incorporará mucho aire y hay que recordar: un brownie no debe tener la textura de un bizcocho. No queremos que sea esponjoso, sino denso y casi pegajoso.

Vierte la mezcla de brownie en el molde y hornéalo durante 25 minutos.

¿Cómo sabrás que el brownie está listo? Al insertar un cuchillo, este saldrá cubierto de migas, pero no de líquido. Déjalo enfriar y sírvelo con frutas del bosque. Su acidez contrasta de maravilla con el dulzor del brownie.