Abril Schreiber se estrena en QMode con un artículo que nos hará reflexionar sobre el feminismo.
Para apoyar una causa no necesitamos pertenecer a ella, no necesitamos sufrir de racismo para entender que es incorrecto ser racista, o no necesitamos haber sido abusadas para apoyar a alguien que lo haya sido.
Lo que digo con esto es que la empatía es, y creo debe ser, la protagonista siempre.
No necesito no tener que comer y sentir el hambre real para querer ayudar a quienes sí, no necesito sufrir un robo para luchar contra la inseguridad, o ser indiscriminada por lo que sea para apoyar alguna de estas causas… nunca he sido víctima de violación o violencia sexual de ningún tipo -cosa que cada día agradezco- pero en vez de solo agradecer desde mi comodidad, quisiera hacer algo más, algo real.
Cuántas veces decimos “pobre mujer”, “ ¿por qué sigue con ese patán que le pega?” o “claro que estoy en contra del maltrato” o “soy feminista”… pero ¿qué hacemos realmente para generar un cambio? No me considero radical, y me entristece sentir que soy parte de quienes quisieran hacer más pero no hacen.
Leí en una cuenta en Instagram una historia de una amiga, contando cómo fue “su primera vez”… la primera vez que era agredida sexualmente.
Qué horrible pensarlo así, como una primera vez, lo que nos hace pensar que les esperan más o no fue la única.
No narra una violación, aunque sí lo es a mis ojos, cuenta en su post como se sube en un ascensor junto con un hombre que “amablemente” ofrece ayudarla con sus maletas, ella acepta, y al entrar al ascensor el hombre la acorrala y la manosea. Leí esto y mis ojos se aguaron, me dio un intenso dolor de estómago, de hecho al escribir esto se me revuelve de nuevo. ¿Cuántas de nosotras no hemos pasado por situaciones parecidas? ¿o peores? Pasamos por algo así y no decimos nada, no hacemos nada, no denunciamos.
El silencio nos hace cómplices, y eso lo sabemos.
No soy escritora, y este es simplemente un intento por tratar de entender lo incoherente que somos como seres humanos… ¿por qué no somos REALMENTE solidarias, ni con nosotras mismas ni con las demás? Sé de muchas mujeres que gritamos a los cuatro vientos -en redes sociales- que somos feministas y súper mujeres, pero permitimos que nos opriman, que abusen de nosotras y que nos agredan de mil formas.
Somos cómplices al reírnos del chiste agresivo de un novio a su novia, somos cómplices al presenciar una “discusión” de pareja en la calle y no hacer nada, somos cómplices al no apoyar a una amiga que nos cuenta de que sufrió una agresión ¿por qué si nos metemos en una pelea entre dos hombres o entre dos mujeres, pero cuando él la agarra por el brazo de forma agresiva, volteamos la mirada y seguimos caminando? ¿a qué le tememos como género?
No entiendo cómo somos tan tolerantes para unas cosas pero para otras salimos a marchar. Creo que lo coherente sería poder hacerlo todo. Poder decir sin miedo “suéltala” o no ser cómplices con comentarios que maltraten la autoestima de una mujer.
Esto que escribo es para poder entender porque cómo mujeres somos tan hipócritas a veces con nuestro género.
Si sabemos que a la vecina le pegan no hacemos nada, pero decimos en todos lados que somos mujeres que nos apoyamos, que somos feministas y hablamos del “poder femenino”. Pues ese discurso pierde peso cuando guardamos silencio. ¿por qué si un hombre que viola, abusa de su poder, agrede de alguna forma, y es nuestro “amigo” no lo denunciamos? ¿dónde está el feminismo?
Es hipócrita decir SOY FEMINISTA y mirar para otro lado cuando nos toca un caso cerca en el que se violan los derechos de la mujer como ser humano.
No creo que haya excusa para el silencio. Porque el maltrato siempre es MALTRATO. El silencio te hace cómplice.
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