Eliminar la piel grasa para siempre no sólo no es posible, tampoco es deseable. Eso a lo que nos referimos como grasa es sebo, un aceite que todas las pieles producen de forma natural y que tiene una función muy importante: proteger nuestra piel de las agresiones externas, como las bacterias, los rayos UV y la deshidratación. Sin embargo, cuando se da una sobreproducción y acumulación de sebo, se vuelve un problema. Es a lo que nos referimos como piel grasa, un cutis de aspecto brillante, con poros dilatados y puntos negros.
Contrario a lo que muchas personas creen, el cutis graso nada tiene que ver con una falta de higiene. El tipo de piel que tenemos depende de muchos factores. La genética, por ejemplo, determina cómo actúan nuestras glándulas sebáceas (las que producen el sebo). Si nuestros padres tienen glándulas sebáceas hiperactivas, es muy probable que nosotros también las tengamos.
Las hormonas también influyen en la producción de sebo. En la pubertad nuestras hormonas están alborotadas, por eso es tan común sufrir con los poros negros y los granos. Algo similar ocurre durante la menstruación y la menopausia. En general, todos los cambios hormonales pueden producir un incremento en la producción de sebo.
Cómo eliminar la piel grasa para siempre (o casi)
Una buena higiene facial es clave para mantener nuestro cutis libre de exceso de sebo y sus consecuencias. Pero no confundas higiene con exageración. Aunque parezca un contrasentido, usar productos que resequen la piel sólo creará un problema adicional.
- Es básico asegurarte de que todos los productos que usas en la cara -y eso incluye el maquillaje- son no comedogénicos. Esto quiere decir que no contienen sustancias que oclusivas, que obstruyen los poros. Las etiquetas suelen indicarlo.
- Mantén una rutina de limpieza simple, desmaquillante y jabón pueden ser más que suficientes para dejar la piel sin restos, preparada para un serum u otro tratamiento.
- Usa productos delicados. Que sean específicos para regular el sebo no significa que deban resecar o irritar tu piel.
- Precaución con el alcohol. Es un falso amigo de las pieles grasas, pues cuando lo aplicas el brillo desaparece, pero a continuación llegan la resequedad, la irritación y la inflamación. Al verse despojada de la humectación e hidratación que necesita, la piel puede reaccionar produciendo más sebo. Terminas con la cara reseca, tirante y aun más grasosa.
- Exfoliar la piel suavemente una o dos veces por semana es beneficioso para eliminar el exceso de células muertas que se acumulan y, al mezclarse con el sebo y oxidarse, dan lugar a los desagradables puntos negros. Pero exfoliarse con más frecuencia es perjudicial. También lo es usar exfoliantes abrasivos, con granulos muy gruesos -en el caso de los mecánicos- o concentraciones de ácidos muy altas -en el caso de los químicos-.
- El protector solar es tu mejor amigo. No importa la edad ni la época del año, usar protector solar a diario te evitará problemas ahora y en el futuro. Entre los factores externos que más daños provocan en la piel están los rayos UV y UVA.
- Piel grasa no es igual a piel hidratada. Es importante usar una crema que reponga la humedad que todas las pieles, incluso las grasas, necesitan para mantener su elasticidad y lozanía.
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