Hay un yo con un power sin sentido queriendo devorar el momento y experimentar todas las sensaciones del ahora, conciente, confiado, con limites, valorado.
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Y hay otro yo temoroso, preocupado por el ayer y ansioso por el mañana. Inestable, cuestionador e inconforme.
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Algunas veces ellos dos se agarran de la mano, se ven frente a frente y se besan en un lento apasionado y sublime beso de reconocimiento.
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Parece que entendieron que necesitan el uno del otro para subsistir en este mundo lleno de emociones por experimentar y de transiciones por vivir.