El Festival de Sitges este año nos deja una joya cargada de reflexiones profundas, feminismo y ciencia ficción: “Pobres Criaturas”.
Alasdair Gray escribió en 1992 “Pobres Criaturas”, una novela que cautivó al público moderno de la década y que hoy vuelve a la vida de la mano del director griego Yorgos Lanthimos con la adaptación cinematográfica protagonizada por Emma Stone y Willem Dafoe.
La novela de Gray satirizaba la preocupación de la sociedad victoriana británica por el decoro, los modales y las buenas costumbres y en las manos de Lanthimos esta obra cobra vida tal como su protagonista, paseándose entre lo hermoso y bizarro.
En “Pobres Criaturas” Lanthimos, trabajó con el guionista Tony McNamara, con quien había colaborado anteriormente en la galardonada película con Olivia Colman “La Favorita”, y ofrece una experiencia inmersiva donde experimentamos la transición a la mayoría de edad de una mujer reanimada para la ciencia ficción, reinventada para los amantes de las historias feministas.
La reinvención de Bella Baxter
En la sala de cine el espectador se encuentra con una reflexión dura y poco convencional sobre la libertad femenina.
Bella Baxter, interpretada por Emma Stone vuelve a la vida luego de suicidarse, convertida en un experimento del anatomista victoriano Dr. Godwin Baxter.
Un guiño al Frankenstein de Mary Shelley donde vemos a una mujer que tiene siempre la misma apariencia, pero se va desarrollando, hasta convertirse en una mujer completamente independiente con un ímpetu feroz.
Y es que en “Pobres Criaturas” no solo se hace una reflexión sobre el feminismo y la libertad, también se habla sobre las segundas oportunidades que nos puede otorgar la vida, o mejor dicho en este caso, la muerte. El personaje de Bella restaura su vida demostrando una cátedra de resiliencia que conmueve al espectador.
Bella sin querer y dejándose llevar por las circunstancias, se deshace de las limitaciones impuestas por la sociedad haciéndose cargo de sus deseos y su cuerpo sin que ningún hombre defina su destino.
Pobres Criaturas: Visualmente arrolladora
“Pobres Criaturas” no solo cuenta en su guión una historia que te engulle, también visualmente atropella al espectador con una narrativa poco convencional.
Su estética victoriana con fuertes referencias al steampunk, definida por los diseñadores de producción James Price y Shona Heath, pasea entre el Art Déco y la Belle Epoque, logrando sumergirnos en una obra de arte en movimiento que nos recuerda a través de escenarios pintados, a un Hollywood clásico en su época más dorada.
Los trajes de la diseñadora de vestuario Holly Waddington nos hablan del caos de Bella y la separan totalmente del resto de los personajes con volúmenes exagerados y colores dispares. Al igual que la música de Jerskin Fendrix, que pasea entre lo punk y clásico, convirtiéndose en una narrativa sonora en toda regla.
En la obra original de Alasdair Gray hay una frase que dice: “No vale la pena tener una vida sin libertad de elección”, recordándonos que como la película de Lanthimos la reinvención puede ser una camino duro de ver, pero que al final vale la pena.
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