Zapatos confort para mujer

¿Pasas muchas horas de pie? Así debe ser tu calzado

Consejos para elegir un zapato que te evite dolores y lesiones

Cualquier mujer que deba pasar muchas horas al día de pie dirá que vestir bien es importante, pero calzar bien es esencial. No exageramos si decimos que para quienes están de pie muchas horas al día, un calzado con las características adecuadas puede ser clave para evitar dolor en los pies, las piernas e incluso la espalda. En Calzados Gómez son especialistas en zapatos confort para mujer de todos los estilos y para todas las ocasiones, así que nos hemos apoyado en su experticia para explicarte cómo debe ser tu calzado si en tu día a día sentarte no es una opción. ¿Tu trabajo te exige ir de un lado para otro o estar parada durante horas que parecen infinitas? Entonces este post te interesará.

Zapatos confort para mujer: cómo escogerlos

Los pies a los que se les exige mucha resistencia necesitan un calzado ergonómico. Es decir, que tenga ciertas características anatómicas que garanticen estabilidad y protección. Un buen soporte para el arco y una plantilla acolchada son sólo algunas de ellas. Cuando elijas zapatos confort para mujer, estas son las características a las que debes prestar atención.

1. Que den un buen soporte al pie

Una de las características esenciales en un zapato diseñado para estar muchas horas de pie es el soporte en los arcos. El pie tiene tres arcos principales que nos dan estabilidad y permiten que la carga de nuestro cuerpo se distribuya de forma uniforme.

Sin un soporte en estos tres puntos clave, la fatiga es inevitable y existe, incluso, el riesgo de lesión. En cambio, con un soporte adecuado logramos que nuestro peso esté bien distribuido sobre los pies. De esta forma, las extremidades inferiores y la cadera estarán alineadas, adoptaremos naturalmente una buena postura y nos evitaremos tensión en la espalda.

2. Que tengan una suela flexible

La suela, al igual que la plantilla interna del zapato, es un componente básico de la amortiguación de los impactos que se generan al caminar. Un zapato confort tiene una suela flexible, ligeramente más alta en el talón, y antideslizante. Como puedes ver, que sean zapatos cómodos no está reñido con que sean estilosos y te sumen un poco de altura.

En cuanto a la plantilla, es básico que abarque la totalidad del pie. Su forma debe ser anatómica; es decir, debe adaptarse perfectamente a la planta del pie, dando la sensación de que lo recoge y mantiene estable. Y justamente porque sobre ella descansará la planta del pie durante horas, una plantilla debe ser acolchada y complementar la amortiguación que provee la suela.

3. Que sean de un material transpirable

Al estar mucho tiempo de pie, con poco descanso, los pies tienden a estresarse y sudarse. Puedes imaginarte las consecuencias: desde el mal olor hasta los temidos hongos. Por eso es importante que tanto la plantilla como el exterior del zapato estén hechos de un material que facilite la transpiración para mantener los  pies secos y relajados.

4. Que tengan una base que proporcione estabilidad

Para que nuestros pies no sufran con nuestro peso durante horas, la base del zapato debe ser igual que la plantilla: amplia, que proporcione estabilidad. Además, es recomendable que el contrafuerte -el refuerzo que va en la parte del talón- sea firme. Esto ayuda a mantener el pie en su lugar y evita la pronación, que sucede cuando el pie se inclina de forma excesiva al pisar.

Recuerda: si pasas mucho tiempo de pie, usar calzado adecuado te evitará dolores y lesiones. La anatomía no está reñida con la estética, no tienes que renunciar al estilo de zapato que quieres, sólo debes asegurarte de que cumpla con las características que te hemos explicado.