Todas nos hemos visto en esta situación alguna vez. En medio de una reunión de trabajo, una cita o un evento social, nos damos cuenta de que tenemos mal aliento. Horror. Sin chicles o pastillas de menta a mano, la mortificación de que los demás noten el mal olor nos hace tomar medidas desesperadas: taparnos la boca con la mano mientras hablamos o dejar de hablar por completo. La halitosis -término médico para el mal aliento- es una de las causas más comunes de visita al odontólogo. No sólo por su impacto en nuestra confianza, sino también porque pueden indicar un problema de salud. Don’t panic!, te vamos a explicar cómo solucionar los problemas de mal aliento.
Causas del mal aliento
Hay enfermedades estomacales que pueden provocar mal olor en la boca. Otras afecciones, como el síndrome de la boca seca, y hábitos como fumar, también tienen esta consecuencia. Sin embargo, la mayoría de las veces los problemas de mal aliento se originan en la boca. Las que mencionamos a continuación son algunas de las causas más comunes:
- Mala higiene dental. Si no nos cepillamos con frecuencia y adecuadamente, los restos de alimentos se acumulan en los dientes y la lengua, se descomponen y producen bacterias que generan mal olor. ¡El hilo dental también es importante!
- Comer ciertos alimentos, como ajo o cebolla. Cuando llegan a nuestro estómago, estos alimentos se descomponen y liberan gases de olor desagradable que no se quedan en el estómago, sino que llegan hasta los pulmones y salen por la boca.
- Enfermedades bucodentales, de la nariz y la garganta. Entre ellas las caries, las úlceras, la gingivitis, las piedras en las amígdalas y la sinusitis.
Cómo tratar los problemas de mal aliento
Como puedes anticipar, la principal medida que debes tomar para eliminar el mal aliento es asegurarte una limpieza dental correcta. El cepillado de los dientes debe durar unos dos minutos entre los dientes superiores e inferiores derechos. El cepillo debe estar en un ángulo de 45 grados con respecto a los dientes. Haz círculos con las cerdas, para arrastrar incluso los restos de alimento que están en las encías. Por último, utiliza el uso dental para eliminar restos de comida entre los dientes que el cepillo no alcanzó.
¿Qué pasa si tienes una buena higiene dental y, aún así, tienes mal aliento de forma crónica? En este caso, la solución la tiene tu odontólogo. Es probable que necesites una limpieza dental profesional, algo que los odontólogos recomiendan hacerse al menos una vez al año. También es posible que tengas una patología, como gingivitis o periodontitis, que tu odontólogo puede diagnosticar y tratar.
Ortodoncia invisible: más que una solución estética
¿Sabías que el apiñamiento dental puede provocar mal aliento? Cuando los dientes están apiñados o amontonados, es difícil limpiarlos correctamente. Los espacios estrechos entre ellos dificultan el acceso adecuado del cepillo y el hilo dental, lo que facilita la acumulación de placa bacteriana y restos de alimentos. Como puedes suponer, esta acumulación crea el ambiente perfecto para que las bacterias prosperen y liberen su mal olor.
Una de las mejores soluciones a este problema es la ortodoncia invisible. A diferencia de la ortodoncia tradicional con piezas de metal, la invisible pasa desapercibida, pues consiste en una férula dental y unos alineadores completamente transparentes. Otra gran ventaja de este sistema es que se puede remover para comer. De esta manera, puedes comer lo que te apetezca y cepillarte los dientes en profundidad antes de ponerte la férula nuevamente.
El apiñamiento dental no sólo es un problema de estética e higiene para muchas personas, también es un problema de ortodoncia. Los dientes amontonados pueden provocar que la mordida se superponga de manera anormal; en otras palabras, que la mandíbula no cierre adecuadamente. En estos casos, es común que los dientes choquen entre sí y sufran daños. La ortodoncia invisible puede solucionarlo.
