Es un pronóstico de Cosmopolitan, guía de tendencias por excelencia desde hace décadas: el peinado liso con raya al medio, tan popular en los 70, vuelve a estar de moda. De hecho, los últimos años ha habido dos estilos dominantes en lo que al pelo se refiere: el liso super sleek y las llamadas «ondas californianas». Tanto si tu pelo no es naturalmente liso, como si lo es demasiado para lograr ondas suaves, seguramente usas la plancha con frecuencia para lograr tu peinado. En ese caso, debes saber que es crucial utilizar una plancha para el pelo que no sólo ofrezca resultados efectivos, sino que también proteja la salud de tu pelo.
¿Por qué es importante una buena plancha para el pelo?
Las planchas dejan tu pelo liso o crean ondas perfectas y sedosas, pero su uso frecuente entraña riesgos para tu cabellera. Para lograr los efectos que tanto nos gustan, las placas de la plancha se calientan a temperaturas generalmente superiores a los 180 grados centígrados. Este calor tan intenso puede dañar la cutícula del pelo, dejándolo frágil, seco y quebradizo. Además, la acción de sujetar y estirar el pelo también puede provocar que se descame la queratina que forma la hebra del cabello.
Comprar una plancha de cabello barata es muy tentador, pero si su calidad no es buena, como dice el dicho, lo barato te saldrá muy, muy caro. Las placas de metal pueden sobrecalentarse y quemar el pelo. O, al contrario, no calentar lo suficiente o distribuir mal el calor, lo que hará que tengas que repasar muchas veces el mismo mechón de pelo. Algunas planchas tienen placas de metal cubiertas con un revestimiento de cerámica, pero este puede desgastarse con el tiempo.
¿Cómo debe ser una buena plancha?
Esto nos lleva a la cuestión: ¿qué debe tener una buena plancha para el pelo? Evidentemente, debe ser eficiente en cuanto al alisado o el moldeado del pelo. Sin embargo, también debe tener ciertas características técnicas que permitan que la uses con frecuencia sin sufrir daños.
Las planchas cuyas placas están hechas de turmalina o cerámica son de las mejores actualmente. La turmalina es un mineral que, cuando se calienta, acumula cargas opuestas. Así libera iones negativos que contrarrestan el encrespamiento del pelo que produce la humedad. En otras palabras, evita el temido efecto frizz. Tanto la cerámica como la turmalina de alta calidad distribuyen el calor de manera uniforme y reducen la fricción de las placas en el cabello.
Otra característica que debe tener una plancha para el pelo es un sistema de regulación de la temperatura que abarque varios tramos. Es decir, que te ofrezca varias posibilidades de regulación de la temperatura, de manera que puedas usar la idónea para tu tipo de pelo y el efecto que quieres lograr. En las cabelleras no muy rizadas, hebras de cabello muy finas o dañadas, lo ideal es usar la plancha a 160 grados centígrados. En cambio, en cabelleras muy rizadas o cuando la plancha se usa para cerrar la cutícula después de un tratamiento químico, la temperatura debe ser de unos 230 grados centígrados.
Si prefieres lucir tu pelo al natural, este post sobre la defensa del cabello al natural te gustará.
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