No es exagerado incluir a Leonor de Aquitania entre las mujeres poderosas de la historia. De hecho, nos quedamos cortas, pues la que fuera Duquesa de Aquitania, Reina de Francia y de Inglaterra, es uno de los personajes más importantes de la Edad Media.
La fecha y el lugar de su nacimiento son inciertos. La teoría más aceptada es que nació en Poitiers, en el centro de Francia, en 1122. Sus padres, Guillermo X y Leonor de Châtellerault, eran duques de Aquitania, el territorio más importante de todos los que eran dominio indirecto del rey de Francia en el siglo XII.
Eleonor tenía alrededor de 15 años cuando, tras la muerte de su padre, se convirtió por derecho propio en Duquesa de Aquitania. Y, como consecuencia, en una de las nobles solteras más deseadas de Europa.
Reina de Francia y de la segunda cruzada
En 1137, tan pronto como heredó el ducado de Aquitania, Eleonor contrajo matrimonio con Luis, el futuro rey Luis VII de Francia. La pareja dejó su huella en la historia por protagonizar varios episodios inusuales para su época. El primero de ellos se produjo en 1147, cuando Luis VII decidió liderar la segunda cruzada a Tierra Santa y Leonor insistió en acompañarlo. Fue la primera vez que un rey y su esposa lideraron una cruzada.
Uno de los destinos más importantes de aquellas expediciones bélicas cristianas era Antioquía, en la actual Turquía. La ciudad estaba gobernada por Raimundo de Poitiers, tío de Leonor. Entre ambos surgió una relación que muchos tildaron de romance, una de varias controversias que rodearon a la reina hasta su muerte.
El segundo episodio que refleja el desafío de Leonor a las convenciones de su época fue su divorcio de Luis VII. Según los historiadores, el débil carácter del rey y la ausencia de un hijo -tenían dos hijas- causaron el fracaso de la pareja. El matrimonio fue finalmente anulado por el Papa en 1152, un hecho nada habitual en la Edad Media.
Reina de Inglaterra y cautiva del rey
Una noble con tantos dominios como Leonor no podía quedarse soltera mucho tiempo. Ni poco. Apenas dos meses después de su separación de Luis VII, Leonor se casó con Enrique Plantagenet, Duque de Normandía. Dos años después ambos serían coronados reyes de Inglaterra.
Entre 1152 y 1166 Leonor dio a luz ocho hijos. La unión, pues, fue fructífera, no así feliz. En 1167 Leonor dejó a Enrique II y a Inglaterra para establecerse en Poitiers y convertirse en señora de sus dominios de Aquitania.
Este periodo de independencia terminó abruptamente, cuando, en 1173, fue acusada de conspirar junto a su hijo Enrique “El joven” para tomar el trono inglés. Los siguientes 16 años, Leonor fue prisionera en varios castillos de Inglaterra.
Poderosa regente
En 1189 Enrique II murió y Ricardo, el cuarto de sus hijos con Leonor, fue coronado rey de Inglaterra. Leonor no solo fue puesta en libertad, sino que comenzó a participar activamente en los asuntos del reino.
Cuando Ricardo se embarcó en la Tercera Cruzada -de allí su apodo «Corazón de león»- Leonor, grande entre las mujeres poderosas de la historia, asumió la regencia del reino. La muerte de Ricardo generó enfrentamientos entre los aspirantes al trono y Leonor, nuevamente, tendría un papel activo en el desenlace que llevaría a otro de sus hijos, Juan, a convertirse en rey de Inglaterra.
Leonor de Aquitania murió en la Abadía de Fontevrault, cerca de Chinon, en el centro de Francia. Está enterrada junto a Enrique II y Ricardo «corazón de león».