Cuando el arquitecto Walter Gropius fundó la Escuela de Diseño Bauhaus aseguró que en aquel centro de vanguardia no habría diferencias «entre el sexo débil y el fuerte”. Esas palabras, que hoy son inaceptables, en aquel momento fueron casi una declaración igualitaria. Que fueran bienvenidas las mujeres en la Bauhaus, una escuela de artes aplicadas, era casi radical.
Empecemos por el contexto. La Bauhaus nació en 1919 en Weimar, Alemania, como un centro de formación de arquitectos, artistas y diseñadores. Su influencia fue tal que se convirtió en un estilo. Josef Albers, Wassily Kandinsky y Paul Klee impartieron talleres en la corta existencia de la escuela.
Era 1919, las mujeres acababan de conquistar el derecho al voto. El número de mujeres que se postularon para entrar en la Bauhaus superó al de hombres. Gropius debe haber entrado en pánico. Un año después de su apertura, la escuela limitó la admisión de mujeres a un tercio del total de estudiantes.
Además, las mujeres en la Bauhaus eran animadas a estudiar disciplinas muy específicas, aquellas consideradas femeninas según los prejuiciosos estándares de la época. Particularmente el tejido y la cerámica. De allí saldrían grandes exponentes de estas disciplinas.
Gunta Stölzl
Gunta Stölzl (1897-1983) fue una de las primeras estudiantes del taller de tejido de la Bauhaus y una de las pocas mujeres que alcanzaron el nivel de maestro. Bajo su dirección, el taller de tejido alcanzó notoriedad dentro de la escuela y colaboró con otros departamentos, especialmente con el de diseño de muebles. Sus diseños intrincados y coloridos se convirtieron en característicos de la Bauhaus.
Anni Albers
Anni Albers (1899-1994) fue discípula de Stölzl y, al igual que ésta, llegó a ser directora del departamento textil. Innovó en la creación de tejidos funcionales -por ejemplo, insonoros- y creó un estilo de tejido geométrico que se hizo muy popular. Exiliada en Estados Unidos por su oposición al régimen Nazi, fue la primera artista textil en tener una exposición indivodual en el MoMA.
Marianne Brandt
Formada en varias disciplinas artísticas, entre ellas la pintura, Marianne Brandt (1893-1983) se especializó en la metalurgia. Muchos de los objetos de metal que diseñó han influido de tal forma en el diseño industrial que siguen fabricándose actualmente. Brandt no solo dirigió el departamento de metalurgia de la escuela, sino que también fue clave en su financiación gracias a las colaboraciones que logró con la industria.
Marguerite Friedlaender
Marguerite Friedlaender (1896-1985) estuvo formándose como ceramista en la Bauhaus durante seis años. Fue la primera mujer en conseguir la certificación de maestra ceramista en Alemania. Como muchos de los miembros de la escuela, tuvo que huir de Alemania ante el auge del partido Nazi. Se estableció en Estados Unidos, en la colonia de artistas Pond Farm de California, donde su estilo ganó mucha popularidad.
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