Hasta hace unos años Montpellier difícilmente aparecía en las listas de los destinos turísticos de Francia. Actualmente, sin embargo, es una de las ciudades de mayor crecimiento del país. Paulatinamente, una combinación de boyante vida estudiantil y modernos proyectos urbanísticos han impregnado la ciudad de una vida comercial y artística dinámica, que ha revivido el interés por un patrimonio antiguo de los más interesantes del Mediterráneo. Esta es una guía básica de Montpellier, qué ver en una visita de un día para quedarse con ganas de volver.
Qué ver en Montpellier
Place de la Comédie
La Place de la Comédie es el sitio ideal para comenzar una visita a Montpellier, sobre todo si se llega a la ciudad en tren. De esta plaza parte la Rue de la Loge, calle central muy comercial que lleva directamente a los principales sitios históricos de la ciudad. La plaza está rodeada por edificios del siglo XIX, entre ellos el de la Ópera Comédie. En el centro, la fuente de las Tres Gracias, diosas emblemáticas de Montpellier. Hay numerosas terrazas donde comer o tomar café.
Catedral de Saint Pierre
Este magnífico edificio comenzó a erigirse como monasterio en 1364 y alcanzó el estatus de catedral en 1536. Es un excelente ejemplo del estilo arquitectónico conocido como gótico meridional. Uno de sus elementos más impresionantes es el pórtico, con sus enormes pilares circulares de 4,55 m de diámetro que parecen los torreones de una fortaleza. Al lado de la catedral, casi como una extensión de la misma, está la Facultad de Medicina de la Universidad de Montpellier, en el mismo claustro del antiguo monasterio de Saint-Benoît.
Rue Foch, Arco del Triunfo y Plaza de los mártires de la resistencia
La Rue Foch es una de las calles más señoriales de Montpellier. Está en el emplazamiento de la antigua rue du Peyrou, del siglo XIII. Tomó su nombre y la estética claramente Haussmaniana que exhibe hoy en el siglo XIX. Comienza en la Place des Martyrs de la Résistance y termina en el Arc de Triomphe, erigido en 1691.
Acueducto de Saint-Clément y Promenade du Peyrou
El acueducto Saint-Clément (comúnmente conocido como acueducto des Arceaux) fue diseñado por Henri Pitot de Launay en 1754 con el fin de abastecer de agua a Montpellier. Actualmente, surte de agua a las numerosas fuentes del centro de la ciudad. Es una fila doble de arcadas que se extiende unos 800 metros y comienza al final de la gran plaza del Paseo de Peyrou.
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