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La deuxième main: el proyecto que enaltece la ropa de segunda mano

La artista plástica Andrea Méndez explora la relación de varios sujetos con piezas únicas de sus armarios.

En los últimos años, la ropa de segunda mano ha dado un vuelco inesperado.

Al igual que los discos de vinilo, el auge por los artículos de segunda mano se ha disparado, aprovechando estos tiempos donde el mercado apunta a un mundo más sustentable.

La ropa de segunda mano, se suma a las prendas vintage como parte de este movimiento de reciclaje. La artista y psicólogo Andrea Méndez, creó en su proyecto La deuxième main en medio del confinamiento y usando como recurso la videollamada, una conversación con sus participantes donde explican el valor indescifrable y muy personal en las piezas que eligieron.

Hoy hablamos con Andrea para entender mejor su trabajo.

¿Cómo nació el proyecto Deuxieme main?

En la universidad tengo una clase de fotografía y debíamos entregar un proyecto final basados en el trabajo de Christian Boltanski, que tenía una retrospectiva en el Centro Pompidou.

Yo tomé la temática de la memoria con respecto a las prendas de vestir, enfocándome más que todo en las piezas de segunda mano y la memoria que llevan con ellas.

¿De qué se trata este trabajo?

Es una serie de fotografías que fueron tomadas a través de videollamadas en Skype donde las personas posaban con algunas piezas de segunda mano de su elección y me contaban algo acerca de cada una de ellas, de quién la obtuvieron, desde cuando la tienen, qué les hacen sentir.

Finalmente me encargué de unir estas historias junto a las fotografías que hicimos, como si fuese un álbum de fotos antiguo con notas manuscritas, pero jugando también con el contraste de que las fotos eran digitales y con una característica muy moderna al venir de screenshots de nuestras videollamadas. 

El proyecto estaba intencionado para hacer las fotos con conocidos de París en un parque o en persona, pero por la situación de confinamiento todo se retransformó a ser en digital, lo cual no le quitó nada de interesante o divertido.


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¿Cómo fue el proceso de selección? ¿Quiénes participaron?

Desde el comienzo sabía que mi hermana participaría porque siempre ha tenido un interés por la ropa y la moda, además de que maneja una tienda de ropa de segunda mano. Luego decidí hacer una convocatoria rápida y sencilla en mis historias de Instagram y en Twitter. Varios amigos respondieron ¡y así sucedió! 

¿Hubo alguna historia en particular sobre la prenda que te llamara la atención?

Encontré mucha ternura en todas las historias. Me pareció encantador escuchar sobre la abuela de Katiusca y su deseo de robar miradas, y algo nostálgica la historia de Paula cuando dice que cuando agarró el vestido de su abuela fue simbólicamente la última vez que visitó la casa de sus abuelos. También la historia de los suéteres de Alexandra me sorprendió.

¿Por qué ropa usada/vintage?

Por su relación con la memoria, son prendas que tienen un pasado y han vivido otras épocas, otras vidas, a diferencia de la ropa fast fashion que nace en blanco y desde cero. 

Luego de comenzar a trabajar en el proyecto también me di cuenta de que había un juego de palabras con la segunda mano, porque además de ser una manera de llamar a este tipo de ropa, también yo estaba necesitando de una segunda mano para ejecutar mi proyecto (estoy muy acostumbrada a hacer mis trabajos completamente sola). 

Mis amigos, los participantes, fueron mi segunda mano.

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Andrea Méndez es oriunda de Maracaibo, Venezuela, y actualmente reside en París, Francia, donde estudia Artes Plásticas. Su medio principal es la pintura pero también experimenta con cualquier recurso que despierte su curiosidad.


Visita el proyecto aquí