El mercado de la cosmética natural es como el universo: no para de crecer. Y dentro de este universo, los productos con activos de origen vegetal son una enorme galaxia. Aceites, extractos, fitoproteoglicanos y hasta células madre; los laboratorios que trabajan para cumplir nuestra inagotable demanda de belleza están sacando provecho de todas las propiedades que las plantas pueden ofrecer. A continuación, te presentamos tres ingredientes de origen vegetal preferidos por la cosmética.
La tradición: los polifenoles
Marcas de cosmética natural como Caudalie se han ganado la confianza de una legión de fieles seguidoras gracias a un componente de la humilde semilla de la uva: los polifenoles. Estas sustancias defienden a las plantas de los rayos ultravioleta, los parásitos y los muchos daños medioambientales a los que están expuestas.
La ciencia ha logrado que cumplan la misma función en nuestra piel. Los productos que contienen polifenoles contribuyen a prevenir el daño que provocan los radicales libres debido a la exposición solar y la contaminación. Existen miles de polifenoles, pero el resveratrol es uno de los más populares en la cosmética. Los productos que lo contienen prometen no solo neutralizar los temidos radicales libres, sino también incrementar la producción de otros antioxidantes.
Si queréis probar el resveratrol, la famosa esteticista Paula Begoun recomienda buscarlo en hidratantes y contornos de ojos.
La tendencia: Bakuchiol
Este fitoquímico derivado de la planta Psoralea corylifolia, también conocida como Babchi, ha sido presentado en sociedad como la alternativa vegana al retinol. Y vaya si ha tenido éxito. En un par de años, la cantidad de productos que tienen como ingrediente estrella Bakuchiol parece haberse multiplicado exponencialmente.
El retinol es un activo obtenido de la vitamina A que tiene un lugar ganado en el Olimpo de los ingredientes cosméticos. Se le otorgan propiedades para tratar prácticamente todos los problemas de la piel. Sin embargo, puede ser muy agresivo en las pieles sensibles. El Bakuchiol carece de este efecto indeseado y, según sus defensores, tiene las mismas virtudes.
Sobre esto último hay posiciones encontradas. Algunos estudios indican que puede causar alergias, mientras otros señalan que no es tan efectivo como los retinoides. ¿Conclusión? Si el dermatólogo no lo desaconseja, vale la pena probarlo.
El futuro: células madre vegetales
Todos los organismos multicelulares –incluyéndonos- tienen células madre. Las de las plantas, sin embargo, son especialmente potentes. Tienen que serlo, pues su labor es reparar y regenerar los muchos daños que sufren las plantas al estar expuestas a tantas agresiones medioambientales.
Aplicadas a los productos faciales, las células madre vegetales pueden prevenir el envejecimiento de la piel, promover suavidad y firmeza y, probablemente, también regenerarla.
Sin embargo, hay que estar atenta a las etiquetas. De acuerdo con un estudio publicado en Future Science OA, algunos cosméticos que dicen contener células madre de plantas en realidad contienen extractos. Éstos no tienen las mismas propiedades de las células.
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